Decía John Dewey que “la educación no es la preparación para la vida, es la vida misma”, y creo que casi una década después, este lugar me ha abierto a nuevas perspectivas sobre la vida no solamente de mis estudiantes, pero también la mía.
Esto es Putney. El lugar que, desde mis clases, me deja intentar -año con año- ser fiel al principio de “combatir los prejuicios y las injusticias dondequiera que aparezcan, ponerse en los pies de otras personas, no importando qué tan lejos o qué tan remoto esté”.
Mi profesión en la enseñanza de Español como segunda lengua va más allá de simplemente “enseñarles la gramática y el vocabulario”. Es un enorme privilegio estar en un lugar donde puedo ir más allá de lo que dictan los currículos tradicionales, eurocéntricos, etnocéntricos, y con una visión estereotipada del idioma. Hablar de interseccionalidad, interculturalidad, diversidad, equidad, y de cómo usar nuestros privilegios hoy en día para poder amplificar voces no siempre representadas en la narrativa educativa es algo que me caracteriza dentro y fuera del salón de clases.
Además, soy entrenador de fútbol soccer e instructor de bailes Latinos. Antes de que pienses que eso es la parte “divertida”, ponte a pensar que también son oportunidades para extender conversaciones sobre inmigración, identidad de género, consentimiento, respeto, y de cómo podemos seguir cultivando valores gracias a un deporte o a un arte.
-Abelardo
Considero que enseñar es el arte de aprender colectivamente. He aprendido muchísimo enseñando en mis clases de ciencias y, aún más, liderando programas de estudio en el extranjero. En el salón de clases, más allá de sumergirnos a nivel molecular, las leyes de Newton o la economía circular, se permite que el estudiante juegue el papel de un investigador y se recalca de la diversidad en las ciencias, tecnología, ingeniería y las matemáticas. Fuera del salón de clases compartimos y aprendemos sobre nuestras identidades.
La constante iteración de enseñar y aprender en esta comunidad me permite no solo crear espacios para usar la creatividad y proporcionar nuevas lentes, sino que también, para crear cosas o proyectos usando estas novedosas perspectivas. Mi curiosidad generalmente se dirige hacia buscar alternativas a recursos a los que otros llamarían desperdicio, así como de utilizar los recursos naturales que tenemos a la mano en el campus, a veces, con un toque artístico. Trato de implementar esto en las clases y actividades extracurriculares en Putney.
-Rosi
Todo lo que hacemos en Putney está conectado, en constante actualización y sujeto a continua retroalimentación. Es muy importante para nosotros encontrar el balance de incluir nuestras identidades en la travesía de aprender, así como de resaltar, honrar, validar, y amplificar las de los estudiantes.
Hace algunos años iniciamos nuestra travesia de reconocimiento de identidad como personas de color, inmigrantes en este país. Eso nos ha enseñado lo valioso de la palabra pertenecer. Hemos aprendido que hay momentos en donde puedes ser bienvenido, o ser aceptado con tu identidad que trae diversidad. Se requiere trabajo para tener una inclusión en un lugar como Vermont y una comunidad como la de Putney para sentir que perteneces a ella.
Diversidad es que te inviten a la fiesta. Inclusión es que te inviten a bailar. Pertenecer es poder bailar como si no hubiera nadie viéndote.
What we do at Putney is connected, and in constant flux, and continuously learning from feedback. It is critical for us to find the right balance between including our identities as well as amplify, honor, validate, and respect our student’s identities as well.
The two of us started our identity journey a few years back as immigrant people of color, with English as our second language, and all these experiences have constantly taught us what it means to belong these days. We have both learned the meaning of feeling welcomed, or being accepted for who you are and what you bring to the table. It takes a lot of work to really feel included in a place like Vermont, but it takes a community like Putney to really feel like you belong. That you’re enough.
Diversity is being invited to the party. Inclusion is being asked to dance, and belonging is dancing as if no one was watching you.